viernes, 17 de abril de 2015

Y seguimos pifiándola en cosas básicas...

Nombre: Restaurante Arcos
Ciudad: Ciudad Rodrigo
Dirección: Calle Cardenal Pacheco, 11
Teléfono: 923 48 00 01

Tras varios kilómetros desde Oporto, llegamos a esta ciudad tan típica y conocida de Salamanca. Al venir con hambre, pensamos que lo mejor sería ir a buscar un lugar para comer y luego ver el casco antiguo, antes de seguir de regreso a Madrid.

Situado bien cerquita de la Plaza Mayor, dimos con Restaurante Arcos, que realmente es un Hotel. Tenía toda la pinta de ser el típico mesón castellano.

Al entrar, vimos bastante gente. Era amplio, luminoso y del mesón castellano, por más que mirábamos, no lo veíamos casi por ningún lado.

Me encanta eso de sentarme a una mesa y encontrarme con manchas en el mantel, en serio, es una gozada. ¿Sarcasmo?, juzguen ustedes.

El personal de sala, tras atendernos y decirles que uno de nosotros iba a tomar vino, nos quitaron las copas. Es como decir que vas a comer y te quitan los cubiertos, ¿no?. En fin, cada vez veo más sorpresas. ¿Será un nuevo modo de servir?, el tiempo lo dirá.

Tras una sabia rectificación, nos pusieron la copa de vino, junto a los cubiertos.

¿Y mi cuchillo? - me pregunté. Había pedido carne y salvo que me la trajeran troceadita, sería complicado partirla.

Al servirnos el vino ví otra sorpresa, pero para bien. De las pocas veces que veo quitar bien el plástico de la botella.





Respecto a la comida, pedimos lo siguiente:

1. Pimientos rellenos de bacalao y gambas

    - Plato normalito, sin más, como te puedes tomar en cualquier sitio.

2. Risotto con setas

    - ¿Nuevas tendencias?. Es la primera vez en mi vida que veo hacer un risotto con arroz de grano largo. Evidentemente, el resultado fue "una delicia". ¿Pero en qué pensaban?.

3. Pollo asado

    - Al menos la carne del pollo estaba bien hecha. Plato correcto.

4. Secreto de cerdo ibérico

    - ¿Por qué poner sal gorda a porrón?, ¿por qué bañarlo de aceite cuando este tipo de pieza lleva suficiente grasa?. El aceite no se aprecia en la foto, pero al levantar la carne, chof, chof.





De postre un par de naranjas y un café para concluir. Todo hay que decirlo, el café estaba bueno, al menos eso me dijo mi novia.




Los wc's estaban limpios y eran adaptados.

La comida, con agua y pan, por un coste de 31'50 €, pudo estar mejor.

Simplemente son fallos tontos que pueden enmendarse y convertir una visita "agradable" en ¡agradable!. Ténganlo en cuenta, en serio.

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